La ira de Yakup
Gülperi acude en busca de ayuda al gobernador, al que cuenta que Yakup ha secuestrado a su hija. Yakup, lleno de furia por ver cómo se ensucia su nombre, no duda en dar una paliza a Gülperi en mitad de la calle. Los golpes hacen que Gülperi termine ingresada en el hospital.